Para aquellos que aún os confundís con tanta sigla, en este artículo os explicamos el significado del MVP, conocerás por qué es tan importante y obtendrás algunas pistas sobre cómo construir una versión de producto de este tipo para tu empresa.
La importancia del Producto Mínimo Viable
Empecemos por el principio... El MVP (del inglés Minimum Viable Product) es una versión del producto con funciones básicas para satisfacer las necesidades específicas de los consumidores que, además, permite a los comerciantes evaluar su potencial.
Se suele confundir con un "prototipo", sin embargo un MVP es un producto lanzado, mientras que un prototipo es solo un modelo.
El MVP permite a los empresarios obtener una valiosa información de primera mano sobre su producto. La empresa lanza el producto con un número limitado de características y recursos. De este modo, ahorran tiempo y dinero, y pueden evaluar el potencial de su producto antes de hacer grandes inversiones. Analizando los comentarios de los consumidores, los empresarios deciden si su producto es necesario en el mercado, si es competitivo y si puede satisfacer las necesidades del público. Como resultado, una empresa puede disminuir el número de iteraciones de desarrollo y mejorar un producto sobre la marcha.
Según la Oficina de Estadísticas Laborales, alrededor del 20% de las startups fracasan durante su primer año de existencia. Los motivos son, entre otros, un modelo de negocio deficiente, una fuerte competencia, falta de pasión entre los miembros del equipo, un mercado mal analizado, etc. Con el producto mínimo viable es posible predecir y prevenir algunos de estos problemas.
Beneficios del MVP
Construir un MVP puede ayudarte a evitar muchos escollos que puedes ignorar cuando te apasiona tu producto. Con esta herramienta, conseguirás tener una visión de 360 grados sin amargarte la experiencia. Echa un vistazo a sus ventajas:
Permite a los empresarios analizar la demanda. Cuando se te ocurre una gran idea, crees que todo el mundo necesitará ese producto, pero no puedes estar seguro hasta que lo compruebes. Construir un MVP te ayudará a evitar jugar a las adivinanzas e invertir mucho dinero.
Un MVP facilita la recepción de inversiones. Tienes que convencer a los interesados de que tu empresa vale la pena, y no basta con un discurso elocuente. Como un MVP es un producto ya lanzado, los inversores pueden evaluar su potencial y tomar una decisión basada en resultados precisos.
Permite a los empresarios probar y mejorar la usabilidad del producto. Ofrece una gran oportunidad de analizar el comportamiento de los usuarios y descubrir qué hace que la gente abandone el producto.
Este sistema ayuda a crear un producto mejor. Después de probarlo con los primeros usuarios, aprenderás qué es lo que le gusta a los consumidores y qué soluciones les faltan. ¡La gente estará encantada de ayudarte a mejorar!
Un MVP garantiza un lanzamiento rápido. La alta competencia en el mercado hace que los empresarios pasen demasiado tiempo dudando de la calidad de su producto. Como resultado, invierten todo lo que tienen en algo de lo que no pueden estar seguros. Un MVP acorta todo este viaje. Cuanto antes lances tu producto, antes recibirás el feedback y podrás actuar en consecuencia.
Conseguirás tus primeros clientes. Un MVP facilita esta tarea. A la gente le encantan las marcas que aprecian su opinión, así que tus primeros clientes estarán encantados de ayudarte obteniendo opiniones sinceras y haciéndoles participar en el crecimiento de tu negocio.
Cómo construir un MVP
Lo más importante es destacar varias características esenciales del producto y dejar atrás todo lo que lo complica y requiere muchos recursos. Te dejamos estos tips:
Estudia tu mercado. Entender los pains y las necesidades de la gente es la clave para construir un MVP de éxito. Tienes que desvelar las carencias ya que puedes transformarlas en tu ventaja competitiva.
Investiga el recorrido de tu cliente. Para evaluar tu producto de forma objetiva, tienes que verlo desde la perspectiva del usuario. Averigua qué les atrae y les hace elegir tu producto. Detecta los problemas a los que se enfrenta la gente cuando interactúa con él.
Considera las características del producto. Hay que priorizarlas para evitar distracciones.
Elije tu marco de gestión de proyectos y asigna al gestor responsable. Asegura un desarrollo, control y lanzamiento óptimo del producto. Una de las mejores metodologías es derivar las tareas y asignar responsables para cada objetivo. Customia ofrece la metodología TaaS para cubrir estas necesidades.
Lanza el producto, obtén comentarios y repite. Una vez que has pasado por todos los pasos anteriores, tu producto está listo para ser lanzado.
¿Te ha quedado alguna duda?