En el entorno online la seguridad es un aspecto clave para los usuarios que visitan una página y, más aún, para los que comparten alguno de sus datos personales (como, por ejemplo, números de cuentas bancarias). Por esta razón, cada vez más, no solo los usuarios, sino el propio Google, están valorando positivamente la privacidad y la confianza generadas por una web.
Google sigue fomentando el uso del protocolo HTTPS
En agosto de 2014 Google anunció oficialmente que empezaba a usar HTTPS (Hypertext Transfer Protocol Secure) como un nuevo elemento para favorecer sus resultados de búsqueda. Es decir, las webs con el certificado SSL (Secure Sockets Layer) tendrían preferencia en el posicionamiento orgánico.
Recientemente, Google ha anunciado que desde enero de este año mostrará avisos en su navegador Chrome de webs inseguras si estas contienen algún tipo de envío de datos no encriptado, esto es, sin el protocolo HTTPS. El objetivo es fomentar que las páginas webs ofrezcan una mayor seguridad a la hora de recopilar la información de sus clientes.
En este momento, Chrome indica visualmente cuando un sitio web es seguro (tal y como se indica en la gráfica). Sin embargo, para aquellas que se consideran sospechosas, aunque se seguirá mostrando un icono genérico, también se incluirá la leyenda 'Not secure' en la url.
Tal es la tendencia que, como se muestra en la siguiente gráfica de un estudio realizado por Sistrix, la evolución en el posicionamiento de las webs con HTTPS ha sido creciente desde finales de 2014. La línea verde (top 10) de la gráfica sufre un considerado aumento a mediados del 2015 que, como anécdota, coincide con el cambio de HTTP a HTTPS de Wikipedia.
Mejorar la seguridad influye positivamente en el posicionamiento
El HTTPS o Protocolo de Transferencia de Hipertexto Seguro se basa en una combinación de dos protocolos diferentes: HTTPS y SSL/TLS.
Además de ser valorado por Google para ocupar las mejores posiciones, es la manera más segura para poder acceder a los contenidos que nos ofrece Internet pues envía los datos en formato encriptado.
Si navegamos con un HTTP mucha de la información personal de los clientes puede ser fácilmente robada. HTTPS añade una capa de seguridad y privacidad para cifrar los datos que se intercambian. Gracias a ello consigue más integridad de los datos, genera mayor confianza, mejora la experiencia de usuario y protege frente a ataques cibernéticos.
Por esta razón, el protocolo HTTPS se está usando (y se debería usar) en sitios que manejan datos importantes y necesitan protección adicional, como pueden ser tiendas online. En caso de no utilizarlo, el sitio web podría verse perjudicado.
El hecho de que Google premie las webs con certificados SSL ayuda a fortalecer la seguridad en Internet para que el usuario obtenga la máxima satisfacción por su compra desde que entra hasta que sale de esa web.
Mejorar la seguridad de una página web es causa directa para la mejora del posicionamiento, puesto que Google considera beneficioso todo lo que es óptimo para el usuario.
Ofrecer una web no segura puede generar un aumento de la tasa de rebote o abandono (si un usuario ve indicios de inseguridad se pensará si seguir navegando) y de los tiempos de permanencia. Finalmente, esto se traducirá en un descenso del tráfico, lo que repercutirá en una pérdida de posiciones en los SERP (páginas de resultados en el motor de búsqueda).
La migración a HTTPS favorece a la web
Para muchas empresas la primera duda que surge al pensar en la migración de HTTP a HTTPS es cómo realizar este cambio sin perjudicar el posicionamiento orgánico.
Hay que tener en cuenta que el cambio puede tener repercusión en la valoración de la web y en el tráfico orgánico produciendo pérdidas temporales. Una vez pasado ese tiempo y, siempre que todos los cambios se hayan realizado correctamente, tanto la valoración como el posicionamiento deben volver a recuperarse.
No obstante, la migración de HTTP a HTTPS es un proceso delicado que implica diferentes factores para lograr realizarla correctamente. Te recomendamos leer este artículo si quieres saber más sobre las prácticas recomendadas para implementar el protocolo HTTPS.
En definitiva, esta migración favorecerá a la web en diversos aspectos: mejorará su seguridad y, con ello, la capacidad de conversión; y optimizará la experiencia de usuario generando mayor confianza para el usuario. Además, este cambio permite que la web se adapte a los cambios que valora Google para ofrecer sus rankings de resultados.
Para cambiar tu web de HTTP a HTTPS primero debes conseguir un certificado de seguridad SSL emitido por una autoridad de certificación (CA) reconocida. Nuestra productora de startups realiza la migración a través de una CA y cuenta con un profesional equipo con experiencia en entornos HTTPS.
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